Estudios para la Pérdida Auditiva

La prueba de audición o audiometría define el nivel de audición de la persona para percibir los sonidos, estos varían según su intensidad (volumen) y la frecuencia (tono grave, medio o agudo).

Cuando el paciente llega a realizarse el examen, el médico lo sitúa en un cuarto que aísla los sonidos y tiene una ventana, en ese cuarto lo sienta frente a la ventana y le coloca unos audífonos, el médico le indica que deberá levantar la mano según escuche el sonido, el médico sale del cuarto y se coloca enfrente de la ventana y desde allí empieza a enviar sonidos a través de los audífonos y el paciente empieza a levantar la mano según los distinga.

El médico empieza a hacer sus anotaciones y mide la intensidad de los sonidos en decibeles y la frecuencia en Hertz, después de un momento termina el estudio, revisa los resultados y determina la capacidad auditiva que tiene el paciente.

Evalúa el nivel de audición de forma hablada, es decir cómo actúa la audición en una conversación normal. El nivel normal de discriminación es entre 0 y 45Db. 

Si existe una discriminación superior significa que existen limitaciones para mantener una conversación. La prueba consiste en repetir palabras se hace una prueba en la que se les pide en dibujos señalar partes del cuerpo o bien se les hacen pruebas con onomatopeyas.

Se encarga de cerciorarse de que la membrana del tímpano esté intacta, sin perforaciones y que el oído medio funcione íntegramente.

Con este estudio se pone de manifiesto alguna perforación en el tímpano, infecciones, malformaciones del paladar y dificultades de aprendizaje en el niño.