Sangrados Nasales
El sangrado nasal es común en los niños, a veces suele producirse cuando el niño se pica, suena o frota la nariz y se ha roto un vaso sanguíneo, si el niño suele restregar mucho su nariz es posible que sea más propenso al sangrado nasal.
¿Su pequeño tiene sangrados de nariz frecuentes? Llévelo a revisión con el Dr. Jesús Avelar, él le dará el mejor tratamiento.
El sangrado de la nariz suele impactar mucho a los niños, aunque regularmente es una molestia que desaparece en unos cuantos minutos; sin embargo sí existen casos que son peligrosos.
Los sangrados nasales se clasifican de la manera siguiente: sangrados anteriores y sangrados posteriores.
Sangrados anteriores
Se originan en la parte anterior del tabique nasal, únicamente es por una sola fosa y el paciente puede estar parado o sentado.
En caso de que el paciente esté acostado debe sentarse o pararse ya que acostado es fácil confundirlo con un sangrado posterior, principalmente cuando se tiene tos o se suena la nariz.
En un clima seco o caliente es frecuente que se presenten sangrados anteriores, ya que el aire reseca la mucosa de la nariz.
Para prevenir los sangrados nasales es recomendable mantener las uñas cortas en los niños para que no se rasguen la nariz, también es recomendable que el niño se mantenga hidratado para evitar la resequedad, una crema lubricante puede ayudar con la resequedad.
Si su hijo tiene sangrado anterior:
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Debe estar sentado o parado.
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NUNCA le incline la cabeza hacia atrás ya que la sangre se irá hacia la garganta y puede ahogarse.
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Una vez que el sangrado haya parado que no se rasque la nariz y que no haga esfuerzos.
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Si vuelve a sangrar llame al médico.
Sangrados posteriores
Se producen en la parte más profunda de la nariz y baja hacia la garganta y la boca sin importar que el paciente esté parado o sentado. Este tipo de sangrado es más frecuente en adultos debido a la presión alta, aunque suele en raras ocasiones presentarse en niños.
Se debe llamar al médico otorrinolaringólogo inmediatamente:
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Cuando el sangrado no para.
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Cuando el sangrado reaparece en cuestión de minutos horas.
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Si el sangrado se presenta con frecuencia.
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Si hay mucha pérdida de sangre.
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Si el sangrado se acompaña de debilidad.
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Si hubo desmayo.
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Si sangra de la nariz hacia la garganta.